Vivimos en crisis. Que
parece terminal. Un estrés peligroso. Que altera los nervios y afecta la salud.
Las crisis siempre han existido en todos los àmbitos. Lo normal es superarlas.
En Venezuela, van y vienen. Los problemas persisten y se convierten en crisis.
Hugo Chávez, no fue la excepción. No obstante superó algunas. Tendió puentes en
momentos de mayor peligro para su estabilidad presidencial. En abril 2002,
salió y regresó del poder en horas. El hoy preso, Isaías Baduel, fue clave en
resolver esa crisis. Las otras continuaron. Ahora Chávez, no está. Las crisis
son peores. Sus herederos políticos están en el limbo. No aceptan sugerencias.
Repasémoslas: Crisis política. Crisis económica. Crisis militar. Crisis social.
Crisis de credibilidad en los partidos y en ciertos grupos económicos. Crisis
en los medios de comunicación. Crisis moral. Crisis alimenticia. Crisis en la
salud. Crisis en la seguridad personal. Crisis en la justicia. Crisis
educacional. Crisis laboral. Crisis y más crisis. Las crisis se han convertido
en terremotos que tambalean los pilares democráticos. El malestar es total.
Inclusive en el oficialismo. Las discrepancias han aflorado públicamente. Hasta
ministros y dirigentes reconocen las crisis. Que son inaguantables. La gente de
abajo está de mírame y no me toques. Son el rebote de la clase media. Que está
a punto de extinguirse. El miedo y la complicidad son parte de las crisis.
Temen a la represión. Evaden sumarse a las protestas cívicas. Las crisis son
como las enfermedades contagiosas. Necesitamos de buenos cirujanos para
extirparlas a tiempo. De no operarlas, el cáncer nos invadirá. Porque son
curables. Depende de nosotros mismos. Tenemos que vencer las crisis del
pesimismo. La mejor medicina para combatirlas es el optimismo. Faltan muchas
crisis por verse y sentirse. Mucha gente no despierta para superar las crisis.
Están hipnotizadas. Atontadas. Así el lobo se las va a comer. Pobres
caperucitas. Han hecho caso omiso a las advertencias. Pero la reacción vendrà
más temprano que tarde. Un de repente sin aviso. Va a emerger lo
inesperado. Entonces la democracia, recuperará su lugar. Vamos a salir a flote.
No podrán hundirnos en crisis permanentes. Se abrirán los caminos de la
confianza y el progreso. Muchos de los de antes y los de ahora, irán a las
duchas. No tuvieron ni el coraje ni el control para salvar a Venezuela, de
tantas crisis. La frase de hoy: " Ojo con las situaciones inesperadas. Con ellas se encierran a veces las grandes oportunidades" ( Joseph Pulitzer ) . NOTA A LOS LECTORES: Este artículo lo estamos repitiendo. Fue escrito el 16 de septiembre del año pasado( 2014) La gravedad que confrontámos los venezolanos, merece que se vuelva a publicar. Es otra muestra que reafirma, que aquí nadie le para al peligro. Vivimos en permanente tensión. Los políticos nos están llevando a cometer locuras. El orden político es sumamente frágil. Con cualquier soplido, se cae. La recesión económica no es para continuar llevando una vida de nuevos ricos. El comunismo, está enterrando al País. Es un riesgo no actuar en defensa de nuestra propia vida. Vale aquello de " Rendirse nunca es la solución " . Es criminal la apatía de los políticos. Que están ocupados solamente de las posibles elecciones. Eso es para diciembre. La crisis no aguanta hasta allá. Seámos sinceros con nosotros mismos. El salario no alcanza para sobrevivir, aunque el desabastecimiento desaparezca. Esto no es un juego. Hacemos un llamado general. Es urgente cambiar el rumbo que nos lleva hacia la muerte. No estamos exagerando. Lamentamos ahora,ser pesimistas. La realidad nos dice que nadie se atreve a ponerle coto a la destrucción de Venezuela.
La frase de hoy:"Cada minuto que pasa, es un minuto menos para que pase la crisis"( Anónimo ) .
ATENCIÓN: Este artículo será cambiado el próximo jueves 23 . ¡PÁSALO!
gastonecheverriac@gmail.com
Los Blogs de Gastón Echeverría C. ( Vía Google ) .
19 de julio 2015 .
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