Sabemos, que ellos, los políticos, a la hora de la chiquita, se unen y nos dejan al resto mayoritario de la población con los crespos hechos. Esta actitud, es la que permite que mucha juventud en los momentos electorales, no se sienta motivada para votar. Es la que lleva a la gente a ser apática. A ni siquiera leer Correos o mensajes, porque agotaron el tiempo en marchas, concentraciones, procesos electorales y hasta disgustos con familiares y amistades, para terminar cayendo en cuenta que "Aquí no pasa nada"
Este no es un artículo pesimista. Es realista. El venezolano, en política, es de por sí, conforme. Actúa con emoción y no con la razón. Pero tiene la gran particularidad que cuando se une, vence. El 6 de diciembre pasado ganó como le dio la gana. Dejó a los comunistas haciendo cui cui. Les dio un paseo de salud. Pero eso sí, los venezolanos, cuando se hallan decepcionados o defraudados por la dirigencia política, les podrán crear grandes campañas publicitarias en favor de la libertad, y no le van a parar ni medio centímetro al llamado a sufragar. De hacerlo lo hacen por cumplir, pero no por convicción.
¿De quién es la culpa de la actitud señalada? ¿Es que acaso los políticos que nos han venido mandando en los últimos 30 y pico de años, nos han solucionado los graves y repetitivos problemas que nos afectan? Que nadie se llame a engaños. Es posible que se hayan vivido momentos felices, pero nuestro bienestar y desarrollo, no ha cumplido las metas, que esos miles de millones en bolívares y dólares ingresados, han debido proporcionarnos. Es triste observar, que los discursos políticos, son siempre los mismos y en cualquier época. Alaban a la gente con palabras que motivan. Usan la palabra cambio, como si fuese un descubrimiento. Les volvemos a recordar a los lectores: el slogan o lema de la campaña publicitaria que ganó por primera vez y por apenas 30.000 votos, Rafael Caldera, fue: "Con Caldera el Cambio Va". O sea, hace más de 47 años.
¿Que hemos tenido avances? Sería el colmo no haberlos alcanzado, pero de haberse administrado el presupuesto nacional con criterios de prudencia y concretamente lo ingresado a nuestras arcas, por concepto del petróleo, muy bien estaríamos a nivel de Países desarrollados. Sí, ya dirán algunos, que no se hizo por equis o por zetas. Esa no es la respuesta. No se hizo, porque hemos sido mal acostumbrados y siempre la comodidad y el derroche ha sido nuestro norte; no nos caigámos a embustes, ahora que estamos bien fregados. Hay que reconocer, que no le paramos a Venezuela. Le dejamos al País, que se enrumbara a la buena de Dios. Dinero que entraba y dinero que salía. Un descontrol total, tanto en las personas jurídicas, como en la natural; por supuesto, SÍ hubo buenos ejemplos de venezolanos que trabajaron de sol a sol, para llevar una vida cónsona con sus utilidades. Eso se aprecia. Eso es un reconocimiento indiscutible. Hubo grandes capitanes de empresas que elevaron nuestra economía y no fueron nunca, capitalistas salvajes. El dinero ganado fue con pulcritud. Con honestidad y siempre a través del trabajo. Sobran venezolanos que dieron esos ejemplos.
¿Qué nos desvió ese buen rumbo de probos ciudadanos? ¿Por que son muy pocas las empresas de hace más de 50 años, que son envidiables por su confianza en Venezuela, y otras ya no existen? No vamos a eregirnos en jueces para señalar culpables. Pero, no pueden los políticos y ciertos capitalistas, negar que ellos han formado y forman parte de este hondo hueco moral, ético y económico en que nos han venido metiendo. Hoy nos entierran. Hay pocas señales de entendimiento y de arrepentimiento. Las frases de combate entre régimen y oposición, alebrestan. Encienden pasiones. Pero de allí no pasan. Basta saber, si dentro de este maremagnum, surgirá ese venezolano democrático, que estamos seguros, existe, pero que la misma mala política, le ha impedido demostrar que sí, es factible y posible sacar para siempre a Venezuela, del pantano a que nos han enlodado.
Esto no significa, que le demos la espalda a la República. Al contrario, vamos a continuar con el mismo espíritu de optimismo y orientador. Esta Venezuela, tendrá que ser pronto otra. Debe ser administrada con honestidad. Con grandes planes a mediano y largo plazo, iniciando con la Agricultura. El Petróleo,en manos de expertos NO políticos. Que recuperen mercados perdidos, pero al mismo tiempo, que no dependámos únicamente de él. Las inversiones nacionales y extranjeras trabajando codo a codo. Así se alcanza la confianza.
Dignificar al trabajador de las empresas públicas. No tratarlo con esa indiferencia de siempre como si él no tuviera aptitudes para realizar una buena labor. Darle prioridad al presupuesto de la educación. Al de la salud. Al de la seguridad ciudadana. Fomentar el ahorro. Que exista la libre competencia. Que se promueve a la empresa privada. Bueno, no hay que seguir enumerando, porque estaríamos predicando los mismo discursos de los políticos. Mucho chicle y poca bomba. Promesas e incumplimientos.
Tenemos por delante una confrontación. El comunismo se ha impuesto, porque los malos políticos, no han querido llamarlos por su nombre. El Pueblo venezolano, sí sabe que el comunismo lo viene engañando a través del socialismo del siglo XXI . Sabe la gente que ese disfraz, se les cayó. Que nos dejaron en la bancarrota. Que todo ha sido una estafa. Por eso, estamos vigilando desde la instalación de la nueva Asamblea Nacional, el comportamiento, de quienes por nuestros votos allí llegaron para adecentar la política. Para realizar un trabajo diferente. Para legislar y controlar al gobierno de turno. Una Asamblea o Congreso, nació para ello. Es un poder, quizá más importante que el Ejecutivo. Entonces, que esos diputados cumplan lo que la gente pide a gritos, desde hace 10, 20 o 30 años. Es una obligación del Parlamento, trabajar como servidores del encargo dado por los votantes. Si cumplen, serán reelegidos. Si actúan como los de siempre, pues, se tendrán que ir. Una cuestión de lógica y sentido común. El que no trabaje y no cumpla con la Constitución Nacional, que no aspire y pretenda "enchufarse" o tener contratos con el gobierno. ¡Ya está bueno de callar!
La frase de hoy: "Aquí no pasa nada; mejor dicho, pasan tantas cosas juntas al mismo tiempo que es mejor decir que no pasa nada" ( Jaime Sabines ).
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RECLAMO NACIONAL: No más viajes de "Negociantes" a Venezuela. Fuera Zapatero y los otros...
10 de julio 2016 PM.
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