Vivimos una tragedia que la historia cuando se escriba, sus lectores no creerán lo que estén leyendo. Una materia obligada para el futuro estudiantil venezolano. No la llegaremos a compartir porque esa historia será tema para dentro de no sabemos cuantos años más. Un País que todo lo tenía, unos aventureros lo destruyeron y lo hicieron inservible.
Pareciera que somos invisibles. No nos vemos unos a otros. Aquella unión de las familias se fue desapareciendo lentamente y cada quien tomó las de Villa Diego. Aquel "sálvese quien pueda" que advertía Miguel Angel Capriles, en sus editoriales vespertinos en El Mundo, se ha hecho realidad. Una debacle que traspasa nuestras fronteras. Al venezolano no le cuesta adaptarse a la maldad. A ese comunismo hambreador que nos ha convertido en apáticos. Que sabe lo grave que nos rodea, pero que no reacciona por ser conformistas; es decir, los venezolanos llegan a soportar cualquier sistema de gobierno que los mande.
Es la insólita realidad de la Venezuela del petróleo. La que mataba de celos a las Naciones desarrolladas. Con tantas riquezas naturales, el talento no estuvo a la altura para colocarnos como Países del primer mundo. Se cuenta y no se cree. Por eso la historia si nos condenará. Es inaudito que hoy seamos unos mendigos. Unos habitantes esparcidos y buscando nuevos rumbos en el exterior porque los responsables a evitarlo, se las echaron al hombro. Así de fácil aunque suene como un insulto.
No nos merecemos esa puñalada que nos han inferido los políticos en general. Que no supieron atajar a tiempo la amenaza comunista que se venía fraguando después del gobierno de Pérez Jiménez. Esa culpa señala también a personas, instituciones, gremios y empresas. Se olvidaron del significado de un País, y no le pararon a lo que desde el poder deshacían la mayoría de los políticos. Un tema que cansa repetirlo pero que las nuevas generaciones deben conocerlo y divulgarlo para que más nunca unos facinerosos vuelvan a destruir la dignidad e identidad de nuestros antepasados, donde innumerables ciudadanos lucharon hasta con sangre para construir una Patria libre.
Esta insensibilidad se está pagando a precios tan altos como la hiperinflación actual. Nadie le hizo caso a otros compatriotas que advirtieron de las conspiraciones maquiavélicas que se urdían adentro y afuera de la República. Bastantes venezolanos lo previeron y aconsejaron la ruta para impedirlo tanto en lo económico como en lo social. Sería injusto mencionar algunos que nos vienen a la memoria y echar al olvido a otros. Por eso es mejor que cada lector ruede hacia atrás la película de la historia política venezolana y observe que la envidia y la ambición por el poder, frenaron tantos colosales planes para llevar a Venezuela a un sitial totalmente distinto a lo que con horror y hasta ira, ahora padecemos.
El comunismo es implacable. No le importa llevarse por delante lo que sea, hasta alcanzar sus tenebrosos planes de estatismo. En destruir a la empresa privada. Se burlan descaradamente del Pueblo con mensajes atrayentes que luego no cumplen. Es lo que se nota ahora mismo, cuando desbancaron el erario público y hacen creer que el dinero que circula es debido a medidas sanas de la economía. Un dinero inorgánico muy cruel. La política monetaria de mayor fragilidad mundial. La que no podrán mejorarla porque las finanzas y el comercio internacional no se maneja de manera improvisada para tapar huecos o deudas impresionantes. Sus anzuelos populistas se les acabó porque la gente se los vaciló con lo del Carnet de la Patria y ahora no poseen recursos para seguir mareando al Pueblo. Todo se les ha convertido en un boomerang y las consecuencias por supuesto las paga el Pueblo pobre y de la súper pobreza. Como diría jocosamente un chino : Sin leal no hay lopa". Es difícil convencer la comodidad y la mala política. Éstas se unieron para fregarnos y lo están logrando. Cómplices, ingenuos, vividores y tarifados se siguen prestando a la farsa roja y de allí nuestra desagradable alerta con el calendario. Nos quedan 70 días para impedir que se termine de consumar la hegemonía en el poder del comunismo en Venezuela. Nuestra Constitución obliga a todos en hacerla cumplir. ¡Ahora o Nunca!.
La frase de hoy : "El estado más impugnable de los seres humanos es el de la indolencia" ( Gutiérrez )
Este articulo será cambiado pronto. ¡PÁSALO!
22 de octubre 2018 PM.
gastonecheverriac@gmail.com
NOTAS : 1) Esta entrega se retrasó por un fantasma o duende. La hemos reenviado ya tres veces y nos informan por Google que el mismo ha sido bloqueado. ¿Y entonces ? Ay Mamá. 2) Mañana se inicia la Serie Mundial de Béisbol entre Boston y Dodgers. En Boston, dos venezolanos: Eduardo Rodríguez, como lanzador y Sandy León, catcher. Difícil pronosticar y será la estrategia de los managers Roberts y Cora, la que posiblemente influya en ese título tan acariciado.
3) Continúan los rumores de una reforma de la Constitución por parte de la Cubana, sin pasar por lo Constituciónal. Ay Mamá.
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