El régimen impuntual, hizo crear expectativas en los sectores políticos y económicos. Algunas personas, pensaron de buena fe, que la alocución presidencial, nos traería buenos anuncios en materia económica, pero resultó como siempre, una pérdida de tiempo para los que se emocionaron en creer en pajaritos preñados. Fue la misma farsa de siempre. Repetir palabras más, palabras menos. Y como es costumbre roja, irse por las ramas y nunca concretar. Nos recuerda cuando estuvimos en el Concejo Municipal de Caracas ( 1984-1989) , que cada vez que los comunistas tomaban la palabra, ese derecho lo alargaban de manera exagerada y tenía el presidente del ayuntamiento, que intervenir para que el Concejal, finalizara. Esa mala costumbre, es ejemplo del dictador Fidel Castro, que luego de arribar al poder por las armas en Cuba, las veces que le hablaba al País, duraba horas, y horas, para al final decir lo que podía expresar en menos de media hora. Hugo Chávez, fue copia al carbón de lo señalado y el Señor Maduro, ha resultado peor.
¿Quë noticias buenas nos dijo Maduro? ¿ Consiguió préstamos de los gobiernos que visitó en su última gira? ¿ Qúe le opinaron esos gobiernos, sobre la bajada en los precios del petróleo? ¿ Cómo justifica el costo de ese viaje ? Pues nos dejó tantas interrogantes, que ahora más que nunca, los venezolanos, nos sentímos totalmente burlados y sin esperanzas de salir airosos de una crisis que será peor en el futuro inmediato.
Es perder el tiempo hablar sobre esta aparición del día miércoles pasado. Las soluciones de nuestros graves problemas económicos, no serán resueltos , mientras la política prive por encima de éstos. Hoy mas que nunca, está comprobado que la política domina las demás áreas de la Nación. Una enfermedad que contagia hasta algunos sectores de la oposición. La crisis actual, se podría resolver, si los políticos, permitieran que buenos economistas, nos presentaran un plan para nuestra recuperación. Pero qué va. Ellos, los malos políticos, lo impiden porque entonces esa golilla que siempre han tenido, la van a perder. Sus privilegios se acabarían y no podrían continuar con ese rítmo de vida tan escandalóso que llevan. Al día siguiente del referido discurso, pudimos observar por las redes sociales, el desfile de los vehículos que transportaban a personeros oficialistas, con sus guardaespaldas. Una bofetada más al pueblo, que no logra poder adquirir productos para su alimentación y salud, porque están desaparecidas en supermercados, automercados y cadenas de farmacias. Estos nuevos ricos, no sufren las calamidades y con sus rostros de santos inocentes, se pasean como si nada, ante un pueblo que por conformista, se le hace y se le hará la vida imposible. Tan cierto, que horas después de la citada alocución, el Señor Maduro, volvió a viajar a Bolivia, para asistir a la nueva toma de posesión, de Evo Morąles.
Este viaje, no se compadece con la tétrica situación económica que vivímos. Lo lógico y prudente, era que permaneciera en Miraflores, para atender y tratar de resolver los problemas que su régimen ha empeorado. Claro, esta observación, él no la tomará en consideración, porque precisamente él es político y no dejará de serlo. Los políticos tienen otra visión de actitud frente a la vida. Son poco receptivos a la sana crítica y están más pendientes del poder que ostentan; por eso, es difícil, que nuestros graves problemas puedan resolverse a corto plazo. La dirigencia opositora tampoco ha sumado puntos para ganarse la aceptación popular. Le ha faltado una posición dura frente al desastre que nos atrapa. Cuando los venezolanos de abajo, sientan que sí hay dirigentes que visitan con frecuencia los cerros y barrios, entonces existirá credibilidad, porque esa cercanía es muestra de buscarle solución al malestar que en que se vive.
Definitivamente, nos preocupa la contínua pasividad del venezolano. No solamente de los sectores de la golpeada clase media, sino también de los segmentos más pobres. Hay una resignación insólita, que no es comprensible. Un ciudadano debe defender sus deberes y derechos. No puede ni debe sacarle el cuerpo a la injusta realidad en que vive. El desabastecimiento, el alto costo de la vida, la inseguridad y la falta de una decente salud pública, es motivo para protestar en las calles. Los venezolanos, no quieren que su País, sea otro ejemplo del fracaso del comunismo en Cuba. Pero para superar y derrotar lo malo por lo bueno, se requieren sacrificios de luchas cívicas. Los regímenes comunistas, para sostenerse, utilizan toda clase de herramientas represivas y si no se les enfrenta a tiempo, se corre el riesgo que permanezcan aferrados al poder por muchísimos años.
No podemos perder más tiempo para definir como solucionar la terrible tormenta económica que nos ahoga. Llegó el momento crucial del futuro de Venezuela. Es ahora o nunca. De no actuar con firmeza, seremos cómplices de esos malos políticos que han promovido y permitido la instauración de la anarquía y el desorden. Hay que dejar la indiferencia y la hipocresía a un lado. La libertad se alcanza con esfuerzos en la acción. Democracia con orden.
Al final: El Señor Maduro, volvió a viajar. ¿ Y el País? : Despedazándose. ¿ Y la MUD ? : Boqueando.
La frase de hoy: "Sigan creyendo, que se van a volver creyones" ( Dicho popular ) .
Este artículo se cambiará el próximo miércoles . ¡ Pàsalo !
25 de enero 2015 .
gastonecheverriac@gmail.com
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