Con motivo de los últimos acontecimientos, hemos vuelto a observar una conducta muy frágil en el comportamiento de los venezolanos. Es lo que hace semanas titulamos "Soplar y Hacer Botellas" . No se pisa bien el suelo. Lo emocional, causado por la desgraciada crisis a que nos ha conducido el comunismo, priva sobre la razón.
En nuestro artículo anterior enfocamos la carencia de creatividad por parte de quienes dirigen las estrategias de lucha frente al comunismo hambreador. El que no tiene compasión con la gente. El que poco le importa y hasta desmiente con un cinismo insólito, que en Venezuela, no existe crisis humanitaria. Los hechos demuestran que en nuestra acera de enfrente, la perversidad es el arma para mantenerse en un poder por las malas. Que no acepta criticas constructivas. Que se burlan del sentir popular. Es la insensibilidad contra la sensibilidad. Les rueda que el Pueblo no reciba agua en sus hogares. Que la luz se apague con frecuencia. Que se mueran personas porque el régimen impide les lleguen las medicinas. Es un régimen que va con todo contra la ciudadanía. Se da el lujo y la falta de respeto en adelantar el carnaval, para con masoquismo hacer que la gente se olvide del peligroso mal que nos rodea diariamente.
Aquí, y es necesario repetirlo, muchos venezolanos no se han dado cuenta que de seguir siendo mandados por el comunismo, la tragedia terminará convirtiéndonos en enemigos unos a otros; es decir, que ese sufrimiento que nos ha encaminado a la impotencia, se convierta en aquel famoso editorial del vespertino EL MUNDO, de Miguel Angel Capriles, "Sálvese Quien Pueda". Sí, porque no vamos a poder salir a comprar alimentos por la escasez de éstos y porque el dinero que devenguemos sea miserable. De esta manera se encadenarán otras consecuencias y hasta nuestros vecinos tampoco podrán solidarizarse con lo demás, provocando una cruel pelea por sobrevivir entre nosotros mismos.
Quizá, estos comentarios también no se tomen en cuenta, pero el camino en que transitamos no tiene otra salida en lo que advertimos. El comunismo va a arreciar su represión. Ellos han sabido utilizar el engaño. Promueven estrategias que a uno le parecen disparates, pero que en la práctica se convierten en puntos a su favor. NO SE EXTRAÑEN que Juan Guaidó, no regrese a Venezuela y si trata de ingresar, será apresado. Eso lo tienen bien planificado. Una operación de quemar a quienes les estorba. La gente se preguntaba porque no lo habían detenido antes y la táctica era permitir que su burbuja aumentara para esperar el momento preciso de anularlo como ya lo han ejecutado con otros dirigentes y partidos políticos.
Lamentablemente, el venezolano raya en la confianza. No posee esa malicia en política que utiliza el comunismo. Estamos como estamos, por ingenuos, inocentes, apáticos y faltos de amor por lo que significa un País. Hay que meterse en la cabeza, que para quitarnos esa peste roja que nos oprime, hay que ser creativos en las estrategias para desaparecerla. Mediten mucho en lo que no debemos hacer. No se trata de dividirnos más. Ya estamos claros que el Pueblo no político es quien bien dirigido, puede perfectamente desalojar al comunismo.
La frase de hoy: "Si entre las muchas verdades eliges una sola y la persigues ciegamente, ella se convertirá en falsedad, y tú en un fanático" ( Ryszard Kapuscinski )
Este artículo se cambiará en cualquier momento. ¡PÁSALO!
gastonecheverriac@gmail.com
27 de febrero 2019.
NOTA ÚNICA: Sigue latente lo sugerido en la entrega anterior: Convocar una Huelga General. ¿Quién la hará si Guaidó no está al frente de la misma? ¡AY MAMÁ!